Cuando sabemos que alguien está mal, o que le queda poco tiempo, o que quizás se va a marchar de nuestro lado, al menos quizás no para siempre pero nos dice "¡adiós!" en vez de "¡hasta luego!", o "ya nos veremos, cuídate..." en vez de "¡hasta mañana que vaya bien...!" algo muy profundo y muy, si me permiten, puñetero recorre nuestro cuerpo como una culebra que no nos deja pensar en otra cosa que no sea esa persona que puede que pronto ya no esté a nuestro lado...
Muchos antes que nosotros habrán descubierto que uno no sabe cuánto le importa algo o alguien hasta que no afronta el miedo de perderlo para siempre, y aún así para todos es nueva esa sensación y aunque intentemos poner todo el cuidado del mundo en que los buenos momentos perduren para siempre o de disfrutar de las personas al máximo es imposible porqué por como es la vida misma no tenemos todo el tiempo que desearíamos ojalá tener para poder hacer, decir, sentir,... todo sin que después no nos veamos después diciendo, "si yo hubiera dicho... si yo hubiera hecho... ahora las cosas serían de otra manera...".
Lo que veo es que por más que uno haga siempre va a vivir con ese "intringulis" y que por lo tanto lo que tiene que hacer es aprender a vivir. Uno debe quedarse con los momentos buenos, porqué a la larga son los que realmente valen la pena. De los que no son tan buenos o fueron malos uno debe recordar única y exclusivamente lo necesario como para aprender de los errores... ¿y del recuerdo de las personas qué debe quedarnos? Pues depende de la clase de relación, pero siempre hemos de ver el lado bueno, puede que una relación se vaya al traste porqué la pareja a la larga se haya vuelto un/a cerdo/a, pero ésto nos enseñará qué no queremos en adelante y ésto nos ayudará a que seamos un poco más desconfiados y vayamos con más cuidado o seamos más exigentes a la hora de querer y entonces quizás, pues no es seguro, sufriremos menos.
Pero si la pérdida es por ejemplo de un amigo eso es un daño que se clava como una espina en el corazón, pero la verdadera amistad no acaba nunca, es esa que perdura más que el amor mismo, y es más eterna e inolvidable que la pasión que uno siente por su pareja. Quiero decir que un amigo se puede ir lejos de nosotros, pero la distancia no es problema hoy en día... porqué hay miles de maneras de acercarse a una persona y no es necesario que haya un face-to-face. Y si no... siempre quedará hacer como el anuncio aquél de telefonía con la canción de Ain't no mountain high enough!
Si se nos va por ejemplo una pareja, pero una de esas con las que uno puede quedar de amigos, pues no pierdes un/a novio/a sino ganas un/a amigo/a, lo que resulta muy positivo porqué nadie nos conocerá mejor que alguien que fue todo para nosotros. Así que guarden esta amistad, tanto o más que las demás.
Y si no, pues que les vaya bonito que al fin y al cabo la vida sigue adelante y entonces pues siempre llegan nuevas ilusiones, nuevos caminos y nuevas personas que nos dejarán otros sabores en la boca y podremos y tendremos otros motivos por los que sonreír.
Sin embargo, me alejé mucho de lo que quería decir con esta entrada y es el hecho de que quería recordar a las personas que de alguna manera pues uno pierde porqué se van, se mueren, van al Cielo, o están en las tumbas, o nos miran de las estrellas, o están con nosotros... y tantas cosas que alguno ha llegado a pensar alguna vez... Sea como sea lo que haya después lo que queda es el recuerdo, y para los que quedamos aquí pues lo mejor es que ese recuerdo de las personas que se van, lamentablemente, sea el mejor posible. Que se vayan, que nos dejen, que se mueran, que se queden... todo es ley de vida... la más injusta y cruel de las normas que rigen nuestra existencia pero ante la que todos hemos de pasar...
Pero... sin embargo, algo siempre nos queda y es que aunque ellos ya no puedan escucharnos, no puedan sentirnos cuando les hablamos... ya no lloren por nosotros o se rían con nuestras jodas... pues lo importante y lo que mejor podemos hacer por ellos es vivir nosotros la vida y aprovecharla al máximo para que al menos podamos regalarle lo que ellos sí querrían, estando o no con nosotros, y es que viviésemos por ellos y disfrutásemos...
Así que compañeros, para todos aquéllos que hayan perdido a alguien recientemente, no se derrumben, la vida sigue. Es bonito recordar y el dolor a lo primero nos hará llorar... antes o después... porqué eso demuestra nuestro amor... pero el tiempo cura todas las heridas... creedme. Y lo que les dije, vivan y sonrían siempre porqué nunca saben cuando les vendrá una nueva ilusión y también porqué cada vez que lo hagan lo estarán haciendo por todos aquéllos que ya no pueden hacerlo más...
Y también la tan famosa canción Tears in Heaven de Eric Clapton, para alguien que se nos ha ido para siempre.
Y por último les dejo la canción de Eras tú de Merche, pero versionada por María, la ganadora del programa de televisión Factor X.
Sé que sólo son algunos ejemplos y que hay muchísimas canciones, y cada uno tiene las suyas, pero les dejé algunas que me gustan mucho y consideré adecuadas para momentos así en los que se pierde a alguien querido... espero que les gusten...
Por lo pronto les dejo por hoy porqué ya se hizo tarde y quedan muchas cosas por hacer... y recuerden que no están solos en la dura lucha de la vida... Así que fuerza, fe, y esfuerzo poniendo toda la carne en el guiso que digo yo...
Que pasen un buen día,
Un abrazo,
El Ángel Guardián
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