sábado, 12 de enero de 2008

... Después de tantos turrones y tantos bombones uno tiene que seguir la dieta del nú, ese animal tan flacucho que por más pasto que coma siempre está igual, porqué ahora toca bajar la cuesta de enero... o más bien subir la cuesta de enero... porqué estamos a dos velas.

Suerte que es el tiempo en que todo está re bajado, digo re bajado y no rebajado porqué algunas cosas siguen picando el precio que tienen. Unas dirán que ¡ay! que barato, ¡ay! que chollo,.. y luego llegan a casa más tiesas que el cuerpo de un cadáver. Ahora lo que se estila mucho son los complementos..., por lo menos, en el centro comercial de enfrente de mi casa.

Estos días sí son para recordar. Toda o casi toda la familia junta, para una cena o comida en la que se cuentan tres o cuatro batallitas y que alto está el niño y que grande está la niña y qué majo tienes el piso y qué bien que estemos todos juntos... ¡ya! ¡ya! cómo diría yo para mis adentros... Ésto me recuerda a las típicas frases de turno como esas que uno se guarda cuando se encuentra con el vecino del que no sabe ni donde vive ni el nombre o el apellido pero ha de subir con él en el ascensor y dice uno con voz entrecortada,... "hay que ver que tiempo que hace... ¡eh!"... y el otro asiente o le contesta con un "sí"... y piensas menos mal... pues esas ocasiones.

En fin, el caso es que bienvenidos de nuevo al blog de siempre y feliz año nuevo, aunque como siempre para mí, sea un poco tarde.


Muchos besos a todos,




El Ángel Guardián








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